viernes, 24 de mayo de 2013

Edad media. Generalidades.

Período histórico de la Civilización Occidental comprendido entre el siglo V y el siglo XV.
Marca su inicio la caída del imperio romano de Occidente (476), y su fin con la caída del Imperio
Bizantino, o Romano de Oriente (1453), que coincide con la invención de la imprenta y el fin de la
Guerra de los Cien Años. Un final alternativo puede ser el descubrimiento de América (1492).



El paso de la antigüedad a la edad media fue, sin embargo, gradual, entre los siglos III y VIII.
Fue una etapa de trancisión en todos los ámbitos:

• Economía: sustitución del modelo de producción esclavista por el modo de producción feudal.
• Sociedad: desaparición de la ciudadanía romana y la definición de los estamentos medievales.
• Política: descomposición de las estructuras centralizadas romanas y dispersión del poder entre
los pueblos bárbaros.
• Ideología y cultura: sustitución de la cultura clásica por el teocentrismo cristiano o musulmán.

Se suele dividir a la edad media en dos períodos: la Temprana, o Alta Edad Media (siglo V a X,
fin del mundo romano, migraciones bárbaras, Imperio Carolingio) y la Baja Edad Media
(siglo XI a XV, Plena edad media o etapa feudal y crisis de la Edad Media).

Para muchos es considerada una etapa oscura entre la Edad Antigua, identificada con el arte,
cultura y civilización grecorromana de la antigüedad clásica y la renovación cultural de la
Edad Moderna (Humanismo y renacimiento). Así, sería una etapa de atraso y aletargamiento
cultural, social y económico.

Se percibió hacia su final el nacimiento de una incipiente vida urbana y una burguesía que con
el tiempo desarrollarían el capitalismo. También surgieron formas políticas nuevas (califato,
poderes universales de la cristiandad latina, y por sobre todo, las monarquías autoritarias).
Todos los conceptos asociados a la modernidad, nacen con la edad media, ninguno de los
cuales sería entendible sin el previo feudalismo, entendido como sistema económico y político.

El intercambio cultural se dio entre dos mundos bien diferenciados por la ruptura
de la unidad del Mediterráneo: el cristianismo y el Islam, y la cultura latina fue
preservada gracias al monacato
altomedieval.

En Europa Occidental se produjo una impresionante sucesión de estilos artísticos, mestizados
con el arte islámico y bizantino en los límites.
La ciencia medieval no respondía a una metodología moderna, pero tampoco lo había hecho la
de los autores clásicos.
Los avances en herramientas y procesos productivos fueron lentos pero constantes.

Un fenómeno de occidente.


Las grandes migraciones de la época significaron el cierre al contacto entre oriente y occidente.
La civilización islámica, que ocupaba el lugar intermedio sirvió como puente pero a la vez como
obstáculo.
Los mapas eran escasos y rudimentarios.

China era la civilización más avanzada de la época pero estaba vuelta hacia su propio interior.
Japón, a su vez, experimentaba cierto atraso debido a su aislamiento, y el llamado feudalismo
japonés, llegó recién cerca del año 1000 y duró hasta 1868.
India y la África negra contaron con una importante influencia de la civilización musulmana,
pero de manera diferente.
América no tuvo ningún contacto con el viejo mundo, más allá de la llamada colonización
vikinga,
que se limitó a una reducida y efímera presencia en Groenlandia y la enigmática Vinland.
Pueblos que interfirieron en el centro de asia fueron los turcos otomanos y los mongoles,
con sus repetidas invasiones a occidente y su límite con oriente medio.



Inicio de la Edad Media


El inicio esta ubicado supuestamente en el año 476, pero es más exacto decir que la edad media
no nace, sino que se hace por espacio de cinco siglos, provocando diversos y profundos cambios.

Crisis del siglo III en Roma:

• Problemas con el modelo de producción esclavista.
• Fijación del limes romano, que evitaba la expansión.
• Sucesión de malas cosechas y epidemias.
• Invasión de los bárbaros y sublevaciones campesinas.
• Breves y trágicos mandatos de sucesivos emperadores.
• La ciudadanía estaba extendida a todos los hombres del imperio, por lo que ya no era una
cualidad atractiva.

Reformas de Diocleciano, durante el Bajo Imperio:

• Difuminación de las diferencias entre esclavos y colonos, pero sujetos a servidumbre, teniendo
que trabajar siempre la misma tierra.
• Herencia obligatoria de cargos públicos y oficios artesanales, para evitar la evasión fiscal
• Implantación del cristianismo como religión oficial por el Edicto de Tesalónica (380),
precedido por el Edicto de Milán (313).

Serie de hechos catastróficos:

• Invasión de los godos, vándalos, ostrogodos y los hunos de Atila.
• Derrocamiento de Rómulo Augústulo por los hérulos (476).
• Reubicación de los pueblos germanos a lo largo y ancho de Europa.

A pesar de todo esto, la cultura latina romana no se perdió totalmente, sino que se adaptó y
sobrevivió a los cambios, así como el cristianismo y las diversas instituciones romanas.



Alta Edad Media

Hierro, peste, hambre y fieras.

Entre 379 y 468 los bárbaros habían cruzado el limes romano del Rin, inhabitualmente helado.
Los bárbaros experimentaban una situación de atraso respecto a los romanos,
a los que percibían admirativamente, mientras que eran percibidos con una mezcla
de desprecio, temor y esperanza
(llegaron a ser vistos como justicieros por algunos pensadores).
El nombre “bárbaros” viene de la onomatopeya griega “bar-bar”, la cual usaban para designar
a los extranjeros no helenos, e implicaba un grado de desarrollo inferior a la civilización y
superior al salvajismo.

Los germanos, que contaban con varias instituciones peculiares como la Asamblea de guerreros
libres o la figura del rey, comenzaron a adaptarse a las instituciones romanas.
Los nuevos reinos germánicos evolucionaron posteriormente a monarquías feudales y
monarquías autoritarias, hasta convertirse en estados nación (como Francia, con antepasados
francos y España, con antepasados godos).

Transformaciones del mundo romano

A finales del siglo IV la situación del pueblo romano era estable, tras guerras civiles,
el imperio estaba nuevamente unido y contaba con una nueva religión: el cristianismo.
Se habían encauzado los afanes de protagonismo político de los más ricos senadores y de las
provincias occidentales y se habían formado acuerdos con la aristocracia militar germana,
para ponerse al servicio del imperio.

En el 475 fue asesinado Valentiniano III, los nobles que tanto habían confiado en los destinos
del imperio, parecieron dudar. El gobierno imperial recluido en Rabean fue victima de intrigas,
que seguían los intereses de un grupo de altos oficiales del ejército itálico, muchos de ellos
germanos.
El poder pasó a depender de lo militar, y esto derivó en el desarrollo de una política autónoma.

Recluidos, los honestiores, acabaron por aceptar las ventajas de la legitimidad del gobierno de
los reyes germanos, que les garantizaban más seguridad que las dispersas fuerzas imperiales
recluidas en Rávena.
Estos nuevos reyes estaban bastante romanizados y además, el avituallamiento de sus tropas
resultaba más barato que el de las imperiales.
Los grupos de humuiliores, los campesinos, hicieron lo mismo, y se agruparon jerárquicamente
en torno a los aristócratas germanos, ya que habían venido soportando continuamente el abuso
fiscal romano y buscaban un cambio.

La metamorfosis de Occidente de romano a romano-germano, fue un cambio gradual y
transitó un camino sinuoso antes de cumplirse.


La Edad Antigua.

La Edad Antigua se inicia con la aparición de la escritura y llega hasta la caída del Imperio Romano a manos de los bárbaros, en el siglo V después de Cristo, en el año 476.

Antes de la llegada de los romanos vivían en la Península Ibérica otros grupos humanos : los iberos, asentados en el sur y el este, y los celtas, que ocupaban el centro, el norte y el oeste. Estos pueblos se dedicaban a la agricultura y la ganadería. Los iberos vivían en poblados, en casas de adobe con techo de paja, que formaban calles. Los celtas, en castros o poblados compuestos de casas de planta circular, de adobe o piedra, que no formaban calles.
Unos y otros nos han dejado muestras de su cultura. Destacan, entre sus figuras talladas en piedra, La Dama de Elche (iberos) y los verracos (animales de piedra con significado probablemente religioso, )como Los Toros de Guisando en Ávila.

También llegaron a la península otros pueblos, atraídos por las riquezas minerales (cobre, estaño, plata), a lo largo de los mil años anteriores al nacimiento de Cristo ; así, los fenicios , los griegos y los cartagineses llegaron por el Mediterráneo y se establecieron en sus costas, fundando colonias que llegaron a ser importantes focos comerciales.

Finalmente, los romanos llegaron en el año 218 antes de Cristo para iniciar la conquista de la Península Ibérica, a la que llamaron Hispania. Su presencia llegó hasta principios del siglo V d.C. y su influencia es la base de nuestra cultura actual. Los pueblos que habitaban el territorio ocupado siguieron un proceso de romanización. Es decir: progresivamente fueron asimilando la lengua (el latín, del que deriva nuestra lengua) , costumbres y creencias.

Los romanos impusieron en todo el territorio su organización, leyes y forma de gobierno. Construyeron muchos edificios y obras públicas que aún se conservan: acueductos, para llevar agua a las poblaciones, anfiteatros, teatros y circos, para sus espectáculos, templos, murallas y arcos de triunfo, para conmemorar sus victorias.